PLANIFICA EL 2024

¿Qué te parecería tener la posibilidad de alinear a todo tu equipo, que tuvieran claros los objetivos estratégicos de la compañía y cual es la aportación de cada uno a los mismos?

Te invito a que organicemos una Planificación Estratégica de tu empresa para el 2024 donde:

  • Vais a definir los objetivos estratégicos para el año que viene
  • Estableceréis las Metas Crucialmente Importantes
  • Determinareis la contribución de cada departamento al objetivo estratégico
  • Desarrollareis un Plan de Acción
  • Tendréis la implicación de todo el equipo
  • Habrá claridad de acción
  • Tendréis una guía para todos los ¿Qué te parecería tener la posibilidad de alinear a todo tu equipo, que tuvieran claros los objetivos estratégicos de la compañía y cual es la aportación de cada uno a los mismos?

Te invito a que organicemos una Planificación Estratégica de tu empresa para el 2024 donde:

  • Vais a definir los objetivos estratégicos para el año que viene
  • Estableceréis las Metas Crucialmente Importantes
  • Determinareis la contribución de cada departamento al objetivo estratégico
  • Desarrollareis un Plan de Acción
  • Tendréis la implicación de todo el equipo
  • Habrá claridad de acción
  • Tendréis una guía para todos los departamentos con los hitos a cubrir.

Tener claro el ESCENARIO ESTRATEGICO y como afrontarlo, es fundamental para el EXITO de tu empresa.
Si quieres saber más puedes llamar
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¿Eres como Alicia en el País de las Maravillas?

Artículo publicado en Pymes Magazine

¿Eres Como Alicia en el País de las Maravillas?

Artículo publicado en la revista Pymes Magazine por Eduardo Cambil

Una de las preguntas que le hago a los empresarios cuando asisten a seminarios y charlas es; ¿Sabes dónde va a estar tu empresa en 5, 10 o 15 años? ¿Y tú? ¿Sabes dónde vas a estar en 5, 10 o 15 años?

A estas cuestiones me suelen responder con caras de sorpresa y de escepticismo. No lo sé, no me lo he planteado, ya veremos, vete a saber, si no sé dónde voy a estar mañana, y otras respuestas similares. Un pequeño porcentaje, diría que no llega ni al 2% me responden con rotundidad y claridad dónde van a estar ellos y su empresa. Tienen claridad sobre su futuro y lo que quieren conseguir.

Efectivamente, hoy vamos a hablar de los objetivos y metas que tienes en tu empresa y en tu vida, tema más que importante, ya que si no sabes dónde vas a ir, ¿Cómo vas a escoger el camino que necesitas? Te pasará como Alicia en el País de las Maravillas cuando llega al cruce de caminos y le pregunta al gato ¿Qué camino cojo?, el gato le responde – ¿Dónde quieres ir?, ella le contesta; – No lo sé, a lo que el gato responde:  – Entonces da igual el camino que cojas.

¿Te puede estar pasando esto? ¿Tienes claros los objetivos en la vida y en tu empresa? O eres una persona reactiva que vas hacia dónde te lleva la corriente, dónde te lleve la situación, el destino, sin hacer nada para decidir qué quieres hacer.

La cuestión, es que cuando vuelves a preguntar, te contestan, bueno claro que tengo una idea de lo que quiero conseguir, pero ¿Una idea es suficiente, o necesitaríamos concretar algo más?

La respuesta es que no vale con una idea, hay que tener metas concretas, y no en la cabeza, sino escritas, lo que se conocen como metas SMART, Específicas, Medibles, Alcanzables, Retadoras y acotadas en el Tiempo.

Si queremos crecer, cuánto quieres crecer, cual es la facturación a la que quieres llegar, qué   beneficio debo de tener, cuantos clientes quieres conseguir, cuantos empleados vas a contratar etc. Conocer esa cifra que estás persiguiendo es una de las cosas más importantes para un empresario. Ya que, si tienes ese objetivo cuantificado, el plazo en el que debes de conseguirlo y lo tienes escrito (fundamental para seguirlo), sabes hacia dónde vas, cuánto te estás desviando y qué tienes que poner en marcha para corregir la desviación.

El camino que debes de seguir es tu Plan Estratégico, algo del que adolecen también muchas empresas, pero que es fundamental para poder llegar al punto escogido. Este Plan es el que tiene que marcar los hitos por donde pasar para llegar a ese objetivo de 5, 10 o 15 años. Te dirá qué debes de hacer para llegar a él, determinará las estrategias que tienes que implementar y cuáles son los pasos a dar hasta llegar al mismo.

Tener este plan te va a posibilitar saber qué metas te debes de poner este año que te acerquen a ese objetivo estratégico. Qué tengo qué hacer este trimestre, este mes, esta semana, que apunte a alcanzar esas metas que posibilitarán conseguir el objetivo estratégico.

Tener unos objetivos a largo plazo, da la capacidad de facilitar los objetivos a corto. Cuando enciendes las luces largas ves toda la carretera, lo cercano y lo lejano. ¿Sabes qué camino tienes que coger? ¿Hablamos?

Eduardo Cambil

Planes, Proyectos y Pyme

Mercados21

La prestigiosa revista Mercados21, publicación sobre información estratégica de las empresas españolas, pymes, multinacionales y los sectores en los que operan, ha npublicado mi artículo sobre planificación en las empresas «Planes, Proyectos y Pyme»,

Tras haber estado en contacto con muchas empresas y durante varios años, si me preguntaran sobre la utilización de herramientas para la gestión de proyectos, diría que estamos aún muy lejos. Lo más extendido y, considero que insuficiente, son aquellas que han conseguido instaurar una norma de normalización en producción o en procesos, tipo ISO, pero a la pregunta ¿sería suficiente? A todas luces creo que no.

He visto a muchas empresas que tenían el procedimiento, los protocolos y todo lo que acompaña sólo para conseguir el sello de la certificación, y no estoy hablando de pequeñas y medianas empresas, algunas bastante grandes. He comprobado que se hacían las cosas con esa única finalidad. Todo esto es simplemente un tema de mentalidad, nuestros empresarios no están convencidos en la mayoría de los casos que una buena gestión de sus proyectos deba estar contemplada en su roadmap, para muchos una simple formalidad.

En ActionCOACH seguimos una metodología que comienza por lo primero y principal de cualquier proyecto empresarial, y es tan sencillo como definir cual es la Visión y la Misión de la compañía, éste es el primer norte de la empresa. La Visión aquel sueño utópico al que, tú, empresario quieres ir, algo motivador, retador para toda la organización, y la Misión, cómo vamos a llegar allí. En estos dos conceptos tan poderosos, reside el famoso «Por qué» de Simon Sinek y su «Círculo Dorado». Tras esto van los valores de la empresa y las reglas por las que se rige.

Cuando he preguntado por la mencionada Visión y la Misión, he visto que, en muchos casos, incluso el fundador de la empresa ha buscado una carpeta en un cajón, la ha desempolvado y con orgullo me dice aquí está. Tristemente se quedó en un documento que una consultora de prestigio le hizo hace unos años, que ni él, ni su equipo lo tienen presente, por lo que no pasa de ser papel mojado. No todas las empresas y empresarios son así, pero abundan.

Ser consciente de que tu principal proyecto debe tener los objetivos muy claros, y debe tener un propósito, ya que de no tenerlo y articular una estructura pensando únicamente en generar ingresos, a la larga no va a funcionar. Sir Richard Branson dice: » Puedo asegurar honestamente que no he emprendido ningún negocio únicamente para hacer dinero. Si éste fuera el único motivo, entonces creo que es mejor no hacer nada», esto aplica tanto al sentido de la empresa, como a lo que vayas a llevar acabo en ella.

Tras la Visión y la Misión, vienen los Valores, que son aquellas reglas que definen cómo queremos que sea nuestra empresa y nuestra gente, cómo nos tienen que percibir los demás, clientes, proveedores, empleados accionistas, etc. Estos podrían ser sostenibilidad, transparencia, respeto, entre otros. ¿Por qué son importantes los valores? Porque explicitan lo que queremos que sea nuestra empresa y nos indica cómo la tenemos que vivir y cómo hay que practicar estos principios, a veces no están escritos, pero están presentes. El problema surge, cuando no existen, o cuando se hace lo contrario a lo que se está indicando, hemos visto ya demasiados ejemplos tanto en la empresa, como en la política como para poder valorar la importancia de la coherencia.

Objetivos Smart

Bill Campbell, el «Coach de Sillicon Valley», entrenó y acompañó a los genios de las grandes tecnológicas, Steve Jobs, Larry Page, Eric Schmidt, dentro de sus propios coachees había fuertes fricciones, ya que en muchas ocasiones eran competidores directos. Cuando había un problema serio en la empresa y le consultaban, él les decía que si lo que querían hacer estaba en la línea de aquellos objetivos iniciales que los fundadores de la compañía tenían, o sea la visión, la misión y los valores, que lo hiciera, de lo contrario debían de abandonar ese camino. Todas las decisiones se tenían que resolver en función de estas máximas, de esta forma nunca se desviaban de su proyecto inicial. Les funcionó bastante bien, a la vista de sus clientes y de los resultados que obtuvieron. Estos valores trascendieron a los fundadores y siguen siendo la columna vertebral de las grandes compañías que fundaron.

Otra de las cosas que hacemos en ActionCOACH es una planificación estratégica, aterrizada al año y al trimestre, esto se traduce, partiendo de la Visión, Misión y Valores, en cuales son Plas metas para los próximos 5, 3 años, para el año que viene, para este trimestre, estas metas deben ser SMART, específicas, medibles, alcanzables, que tengan que ver con la rentabilidad y acotadas en el tiempo. El carácter de esto es sumamente importante, ya que en muchas ocasiones lo que hay son metas indefinidas que no permiten hacer un seguimiento, tener unos KPIs y, sobre todo, que permitan poner medidas correctoras que posibiliten llegar a los resultados esperados.

Para hacer la planificación reunimos a todos los responsables de los departamentos y de forma conjunta se lleva a cabo la misma, de forma que todos conocen cuáles son las metas de los demás y su aportación a las metas superiores. El objetivo es que todo el mundo tenga claro el foco y procurar la colaboración, el flujo de información interdepartamental y la de sus equipos.

Tras haber definido y controlado lo anterior y que denominamos Dominio del Destino, entramos en otra etapa que es aquella en la que determinamos qué tipo de información necesito gestionar, de qué forma y qué tipo de indicadores han de conformar mi tablero de mandos para poder controlar la evolución de mis objetivos.

Mi consejo en esto es seguir las pautas recogidas en un gran libro «Las 4 disciplinas de la ejecución» de Sean Covey. Para este autor la ejecución descansa en estos principios centrales: claridad, enfoque, compromiso, traducción a la acción, sinergia y rendición de cuentas.

Existen dos cosas principales sobre las cuales un líder puede ejercer su influencia para producir resultados: la estrategia (o plan) y la habilidad de ejecutarla. El reto más grande estará en lograr que las personas lo ejecuten con el nivel de excelencia que se necesita, para ello creó las siguientes disciplinas:

• Disciplina 1: enfocarse en lo crucialmente importante, ir a lo que realmente hay que hacer y no tener demasiados objetivos. Lo que Covey llama Meta Crucialmente Importante (MCI). No más de 3 simultáneas por persona. La MCI ha de tener un plazo.

• Disciplina 2: actuar sobre las medidas de predicción. Lo que realmente va a decirte lo que ocurrirá no es el resultado, sino la evolución de lo que tiene que acontecer antes, disponer de indicadores que te den información de cómo va el flujo es fundamental y permite actuar a tiempo.

 Disciplina 3: crear un tablero de resultados convincente, las personas que tienen un marcador que les diga dónde y cómo van, reaccionan de forma diferente.

• Disciplina 4: establecer una cadencia de rendición de cuentas, el equipo ha de conocer cuándo tiene que rendir cuentas, de lo contario se puede ver engullido por lo que él llama el «torbellino». Esta disciplina pretende a su vez que los miembros crean sus propios compromisos, así como se comprometan con los demás.

Bajo este enfoque podemos acometer cualquier proyecto, hay desarrolladas decenas de técnicas, metodologías y formatos para llevar a cabo proyectos dentro de una empresa, pero lo crucial no es cuál escoger, que dependerá de la naturaleza de este, sino qué y cómo debe de inspirar a la empresa para alcanzar su objetivo primordial su visión y su misión.

Una aproximación un poco más personalizada lleva incluso a algo que se conoce como la dirección por propósito, donde este ejercicio se hace para cada departamento y para cada persona, donde su proyecto es ese hacer lo necesario para contribuir al primer objetivo y responsabilizarse de él.

Yo animaría a los pequeños y medianos empresarios a adoptar esta filosofía y desde aquí gestionar una dirección por proyectos, pero todos apuntando a ese objetivo superior. Y muy importante también, ni los objetivos, ni las técnicas, ni los diagramas, ni nada funciona, como tu equipo, las personas que lo conforman no hayan entendido cuál es nuestra meta, nuestro porqué y su papel para conseguirlo.

Puedes verlo en  https://www.mercados21.es/opinion/planes-proyectos-y-pyme

MARKETING A CIEGAS

Las empresas necesitan revisar y rediseñar su estrategia de marketing cada cierto tiempo, las condiciones del mercado, la competencia, los clientes, los hábitos de consumo, los precios, el canal, etc. Cualquier variable puede como su nombre indica «variar», además no solo ha de tenerse en cuenta lo que ha cambiado, sino adelantarnos a lo que va a cambiar, consiguiendo una posición ventajosa respecto a la competencia. más «MARKETING A CIEGAS»

Comercio tradicional y la Omnicanalidad.

En una magnífica charla con Joost Van Nispen presidente de ICEM, nos contó una anécdota sobre lo que le había ocurrido en una reciente visita a Londres; Joost compra sus pantalones en un tienda de la que es cliente desde hace tiempo, esta vez cuando fue a comprar se probó los chinos y vio que la talla 34 le quedaba pequeña, la 36 grande, pero no encontraba en los estantes la 35, preguntó al dependiente, y éste le dijo que físicamente no la tenía en la tienda, pero  la podía pedir On-Line en la web de la misma, y  se la enviaban. Joost contestó que se volvía a España, no tendrían tiempo de hacerlo, el comercial contestó «No problem» se lo enviamos a España, y si usted quiere todo lo que ha comprado también se lo enviamos, se ahorrará el cargo por sobrepeso y tener que estar con la bolsa a cuestas,  el precio era el mismo. ¿Qué ocurrió?, que siguió comprando, y compró bastante. más «Comercio tradicional y la Omnicanalidad.»